El Cementerio de Sant Andreu,
junto al del Poblenou y al de Montjuïc, es uno de los tres cementerios de la
ciudad de Barcelona.
Su origen se remonta a la Edad
Media cuando estaba situado junto a la iglesia. En 1837, tanto la iglesia como
el cementerio se quedaron pequeños, y se decidió derribar la iglesia para construir
otra más grande y se aprovechó para trasladar el cementerio fuera del ámbito
urbano. Se construyó en un lugar relativamente cerca, los terrenos de la Masía
de Can Calç.
En 1897 Sant Andreu del Palomar
dejó de ser un pueblo independiente para pasar a ser un barrio de Barcelona.
Entonces el Cementerio empezó a depender directamente de los Servicios
Funerarios del Ayuntamiento de Barcelona que empezó a realizar ampliaciones y
mejoras en el Cementerio. La primera ampliación fue en 1899, dirigida por el
arquitecto Pere Falqués. En 1919 hubo una segunda reforma, dirigida por el
arquitecto Agustí Domingo Verdaguer.
En 1924 se llevó a cabo una tercera
reforma mucho más ambiciosa. De esta época es la fachada actual inaugurada en
1927 y diseñada por Agustí Domingo Verdaguer, y la capilla (1930) de Ramon
Térmens Mauri. En esta reforma también se crea el recinto dedicado a los
protestantes.
Durante la Guerra Civil Española,
el Cementerio cambia de nombre para llamarse Cementerio de Harmonía del
Palomar. En 1940 los arquitectos J. Gordillo y M. Ribó construyeron el Panteón
del Soldado, el panteón más controvertido del Cementerio. Está dedicado a los
soldados muertos sin recursos. Se cree que la escultura del soldado, que es
anónima, es obra de Frederic Marés. Durante el franquismo los militares
celebraban la misa de difuntos en él. El panteón tenía varios símbolos
franquistas que eran víctimas de actos vandálicos, hasta que en el 2007 por la
Ley de Memoria Histórica fueron retirados.
En 1951 la comunidad israelita de
Barcelona consiguió que el Ayuntamiento les cediera un terreno para sus
enterramientos. Esta zona se conoce como Recinto Libre. Así desde 1951 el
Cementerio de Sant Andreu es uno de los pocos cementerios que acoge a difuntos
de tres religiones diferentes: católica, protestante y judía. De esta época
también es el monolito con una campana en lo alto. Cuenta la tradición que
conmemora el accidente de coche de unos bomberos y unos soldados. Después se
han ido haciendo reformas hasta la actualidad. Lo curioso es que desde 1984,
debido a la división territorial que hizo el Ayuntamiento de los barrios de
Barcelona en Distritos, el Cementerio pertenece al Distrito de Nou Barris en
lugar de al Distrito de Sant Andreu.
El Cementerio acoge los panteones
y sepulcros de importes familias de negocios de Sant Andreu como: Fabra, Basté
Ros, Forner, Iglesias Riera, Servat, Benguerel, Puig i Saladrigas, Duran, Santaló,
Busquets Vilà, Grífol, etc… También destacan las tumbas del poeta y dramaturgo
Ignasi Iglésias i Pujades (1871-1929) y del Santet
de Sant Andreu. La leyenda cuenta que el “Santet”
(santito) era un seminarista al que el obispo prohibió ser sacerdote porque su
madre se dedicaba al espiritismo. El niño murió de pena y la gente empezó a
decir que hacía milagros.
Además de estos panteones de
estilo modernista, encontramos otros panteones más kistch donde descansan difuntos
de etnia gitana y difuntos de otros países.
Cómo llegar: Metro Línea 4: Parada Llucmajor
Autobús 36; 73; 132; B16; B19
Horario: De Lunes a Domingo: 08:00h-18:00h
Precio: Gratis
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