El Cementerio del Poblenou fue la
primera gran necrópolis de España
construida alejada de la ciudad.
Además está incluido en el
Catálogo de Patrimonio Histórico y Artístico, y forma parte desde noviembre del
2001 de la red de cementerios históricos y monumentales de la Asociación Europea
de Cementerios Significativos.
Conocido como Cementerio Viejo,
de Levante o del Este, fue inaugurado el 15 de marzo de 1775 por el obispo de
Barcelona Josep Climent i Avinent. La idea de crear un cementerio fuera de la
ciudad surgió en 1768 cuando el obispo Climent consiguió que el rey de España
le cediese unos terrenos propiedad de los jesuitas que habían sido expulsados de
España en 1767.
El objetivo del obispo era acabar
con los problemas de insalubridad que padecía Barcelona con los cementerios parroquiales
dentro de la ciudad amurallada. Con este Cementerio, Barcelona se adelantaba una
década a las reales cédulas de Carlos III de junio de 1786 y abril de 1787. Estas
cédulas suprimían los cementerios parroquiales y obligaban a la construcción de
las nuevas necrópolis fuera de las ciudades.
Este primer Cementerio del Poblenou
era simplemente un muro que evitaba profanaciones y una capilla para los huesos
exhumados de parroquias y conventos. Solo se enterraron en él personas sin
recursos y los fallecidos en hospitales.
Este Cementerio fue destruido en
1813 por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia
(1808-1814). Según los franceses, estaba situado en una zona estratégica para
la defensa de la ciudad.
El 15 de abril de 1819 se
inauguraba el nuevo Cementerio, que es el que hoy día se conoce. Fue un encargo
del obispo Pau de Sitjar al joven arquitecto italiano Antonio Ginesi. Se decidió
construir en el mismo lugar ya que era la zona más adecuada para un Cementerio
fuera de la ciudad.
Ginesi se inspiró en los
cementerios mediterráneos, especialmente en el de Pisa del siglo XIII. De estilo
neoclásico, la característica principal que introdujo Ginesi era el tratamiento
igualitario de la galería de los nichos. Esta falta de diferenciación entre
ricos y pobres molestó especialmente a la incipiente burguesía catalana que
quería demostrar su poder económico hasta después de muertos.
El Cementerio tiene una planta
rectangular rodeada por muros, y una entrada monumental creada en 1840 por
Josep Mas i Vila. Además tiene cuatro departamentos para inhumaciones, y en el
centro, un monumento que es un cenotafio dedicado a las víctimas de la fiebre
amarilla de 1821.
Entre 1848 y 1852 el Cementerio
fue ampliado bajo la dirección del arquitecto Joan Nolla. Para la ampliación
utilizaron unos terrenos anexionados por la ciudad de Barcelona y que
anteriormente pertenecían a San Martí de Provençals. Es en estos terrenos donde
se concentran los panteones y capillas de las grandes familias de industriales,
comerciantes y banqueros. Con este nuevo departamento se acaba la igualdad
social que buscaba Antonio Ginesi al
idear el Cementerio.
En 1883, con la inauguración del
nuevo Cementerio de Montjuïc, el Cementerio del Poblenou pasó a un segundo
plano, iniciando su decadencia. La creación del nuevo cementerio explicaría la poca
presencia de panteones modernistas.
El Cementerio de Poblenou tiene
53.000 m2 y contiene 30.768 sepulturas. En él están enterrados industriales
como: Bonaplata; Arañó; Ricart; Jaumeandreu; Muntadas; Güell y Arnús.
Además encontramos: al escritor
Narcís Oller; el inventor Narcís Monturiol; a los alcaldes de Barcelona Marià
de Cabanes y Manuel Porcar; el músico y político Josep Anselm Clavé; el
ideólogo y político Valentí Almirall; y la actriz y cómica Mary Santpere.
A pesar de estos personajes
conocidos, la sepultura más popular del Cementerio del Poblenou es la de Francesc
Canals i Ambrós, conocido como “El santet
del Poblenou”. Muerto en 1899 con 22 años, era un joven bondadoso y
caritativo que trabajaba en los almacenes barceloneses de El Siglo. Según la
leyenda popular, antes de morir de tuberculosis, predijo el incendio que
sufriría la nave de El Siglo en 1932. Se desconoce el origen de la devoción al “Santet” (Santito) pero su tumba es la
más visitada de todo el Cementerio, y sus devotos le llevan notas, velas y
figuritas.
La escultura funeraria más
popular es sin lugar a duda “El beso de la Muerte”. Representa al ángel de la
muerte, que es un esqueleto, besando al pobre difunto para llevarlo al mundo de
los muertos. Es una escultura de mármol esculpida en 1930. Creada en el taller
de Jaume Barba, se cree que la escultura fue realizada en ese taller pero por
Joan Fontbernat Paituví, yerno de Barba.
Web Cementerio del Poblenou
Dirección: Av. Icària s/n; C/ Taulat nº2
Cómo llegar: Metro: Línea 4: Parada Llacuna
Autobús nº14; nº26; nº36; nº41
Horario: De Lunes a Domingo: 08:00h-18:00h
Visitas guiadas gratuitas: 1º Domingo de mes: 10:30h Catalán: 12:30 Castellano
3º Domingo de mes: 10:30h Castellano: 12:30 Catalán
Precio: Gratis
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