Split está situada en la costa
dálmata (Croacia), en el Mar Adriático, y fue declarada Patrimonio de la
Humanidad en 1979.
Split
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El Emperador Diocleciano mandó
construir un palacio para cuando se retirara de la vida política del Imperio
Romano, lo que sucedió en el 305 d.C. Cuando Diocleciano murió (313 d.C.), el Palacio
se convirtió en fábrica de uniformes romanos, hasta que ha principios del siglo
VII los nómadas ávaros procedentes de Asia central saquearon la cercana Salona.
Los ciudadanos de Salona decidieron instalarse en el Palacio, convirtiéndolo en
una ciudad fortificada y el Mausoleo de Diocleciano en la catedral de la
ciudad. En los siglos XIII y XIV, la población empezó a crecer y la ciudad se
expandió fuera de los muros del antiguo Palacio.
Split es una ciudad preciosa que
nos muestra cómo el ser humano se adapta a los acontecimientos de la historia.
Recorriendo sus calles se pueden ver los restos del antiguo Palacio y cómo aún
hoy, son la vivienda de los actuales ciudadanos de Split.
Mención a parte tiene el antiguo peristilo del
Palacio, hoy una plaza dónde se sitúa la catedral de San Domnio (antiguo
Mausoleo de Diocleciano) y dónde se puede tomar un café del Restaurante Luxor sentado
en un cojín en las escalinatas de la plaza. Una de las plazas más bonitas e interesantes que he visto.
Junto a Split encontramos el
Yacimiento Arqueológico de Salona, y del puerto salen ferries a la mayoría de
las islas de Croacia.