La Cisterna Basílica (Yerebatan Sarayi) o Cisterna Sumergida (Yerebatan Sarnici) es una de las
cisternas subterráneas que posee la ciudad de Estambul.
Construida durante el reinado de
Constantino (272-337 d. C.) y, restaurada y ampliada en el 532 d. C. por
Justiniano I el Grande, está formada por 336 columnas de mármol organizadas en
12 filas de 28 columnas cada una. Cada columna mide unos 9 metros y poseen
capiteles principalmente jónicos y corintios, aunque hay alguno dórico. Las columnas
fueron sacadas de antiguos templos romanos de Anatolia y Estambul. Todo el
conjunto tiene una superficie de 9.800 m2.
La finalidad de la cisterna era abastecer de agua al Gran Palacio de Constantinopla y a la ciudad en caso de asedio. Los emperadores bizantinos siempre temieron que en un asedio pudiesen destruir el Acueducto de Valente, dejando a la ciudad sin agua y obligándola a rendirse. Por ese motivo se construyó la cisterna, para que la ciudad tuviera almacenada suficiente agua en caso de sitio. Después de la caída de Constantinopla en manos de los turcos en 1453, la cisterna siguió proveyendo de agua al Palacio de Topkapi hasta que a finales del siglo XV quedó en desuso. Los otomanos eran partidarios de utilizar agua fresca en lugar de agua almacenada. En el siglo XIX se restauró y su utilizó como almacén de madera.
Entre 1985 y 1987 se vuelve a restaurar pero esta vez para abrirla a los turistas. Colocaron pasarelas al nivel del agua y luces para poder ser visitada. Posteriormente se han incorporado efectos lumínicos y música ambiental, además de peces. Durante la visita, además de disfrutar de un ambiente misterioso muy conseguido, lo que más atrae e intriga a los visitantes son las dos bases de columnas formados por una cabeza de Medusa. Lo que más intriga es su colocación ya que una está bocabajo y la otra girada 90º. La Medusa en la mitología griega era un monstruo del mundo subterráneo que petrificaba a la gente con su mirada. Por eso su cabeza se utilizaba como artilugio para alejar el mal. La leyenda cuenta que aquí están en esa posición para no petrificar a nadie. Otra leyenda indica que se colocaron así porque el Emperador quería demostrar que los dioses paganos habían muerto aplastados por las columnas.
La cisterna apareció en la película Desde Rusia con amor (1964) de la saga James Bond. También aparece en el final del libro Infierno (2013) de Dan Brown.
Dirección: Alemdar Mh., Seftali Sk nº 6, Fatih, Turquía
Cómo llegar: Tranvía Línea 1: Parada Sultanahmet
Horario: Invierno: Todos los días: 09:00h-17:30h
Verano: Todos los días: 09:00h-18:30h
Precio: 3,50€ (10 TRY)
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